La obesidad es consecuencia de un desequilibrio de energía, en el cual su ingesta supera al gasto de la misma, durante un periodo prolongado. Numerosos y diversos factores dan lugar a un balance positivo de energía (ganancia de peso), pero es la interacción entre los diversos factores y no la acción de uno sólo lo que propicia el desequilibrio. El mundo moderno y la tecnología actual, han propiciado un "ambiente obesogénico" en el que la tendencia de acuerdo a los patrones de trabajo y de transporte hacen que en general las personas sean menos activas y tengan actitudes más sedentarias. Al mismo tiempo, la sociedad tiende a consumir alimentos procesados producidos a gran escala, que contienen altas cantidades de grasa y calorías, carecen de fibra y micronutrimentos indispensables para el organismo, por lo que este ambiente asegura irremediablemente a la obesidad como la enfermedad del siglo XXI. Estos factores a su vez, dependen de influencias sociales y ambientales que modifican la actitud de los individuos hacia la elección de alimentos poco saludables y disminución de su actividad física, características asociadas al incremento de la prevalencia de la obesidad en el mundo. Así, factores asociados al desarrollo de la obesidad son: CONTINUA....(en comentarios...)