lunes, noviembre 05, 2007

NUTRICION Y OBESIDAD


PROPIEDADES NUTRITIVAS DE LA MANDARINA
El componente mayoritario en las mandarinas es el agua y, respecto a otras frutas de su género, aporta menos cantidad de azúcares y por tanto menos calorías. La cantidad de fibra es apreciable y ésta se encuentra sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, por lo que su consumo favorece el tránsito intestinal. De su contenido vitamínico sobresale la vitamina C, en menor cantidad que la naranja, el ácido fólico y la provitamina A, más abundante que en cualquier otro cítrico. También contiene cantidades destacables de ácido cítrico, potasio y magnesio. En menor proporción se encuentran ciertas vitaminas del grupo B y minerales como el calcio, de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de dicho mineral. La provitamina A o beta caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo . Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Ambas vitaminas, cumplen además una función antioxidante. El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

2 comentarios:

  1. Alimento funcional es aquel que, además de sus propiedades nutritivas, contiene ciertos elementos, cuyo consumo diario dentro de una dieta equilibrada contribuye a mantener o mejorar el estado de salud y bienestar.

    Entre otros efectos, influyen en el metabolismo, en el mantenimiento del peso corporal, mejor control de la glucemia, o de las tasas de colesterol y triglicéridos plasmáticos. Algunos ejemplos son los alimentos de bajo contenido energético (bajos en grasas o en azúcares sencillos), enriquecidos en omega-3 o grasa monoinsaturada (ácido oleico), en fibra, bebidas y productos específicos para deportistas (bebidas, barritas, etc.).

    Las sustancias antioxidantes funcionan como una barrera frente al efecto nocivo de los radicales libres sobre el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos de nuestro cuerpo. Su consumo contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas e incluso de cáncer. Reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares los alimentos enriquecidos en ácidos grasos monoinsaturados, poliinsaturados (omega 3 y omega 6), con sustancias de acción antioxidante, fitoesteroles, ciertas vitaminas del grupo B (B6, B9, B12) y fibra.

    Otros ejemplos de alimentos funcionales son los probióticos (yogures y otras leches fermentadas con bacterias ácido-lácticas), prebióticos (alimentos con fibra soluble como los fructo-oligosacáridos) y los enriquecidos en fibra soluble e insoluble o ricos en fibra (legumbres, verduras y hortalizas, frutas frescas y desecadas, frutos secos y cereales de grano entero y productos que los incluyen como ingrediente).

    ResponderEliminar
  2. alimentos con alto índice glucémico puede perjudicar el hígado.

    Comer mucho pan blanco, patatas o arroz blanco, entre otros alimentos de elevado índice glucémico, podría estar ocasionando daños en el hígado de numerosas personas, según una reciente investigación. Debido al desconocimiento del problema por parte del gran público, que considera estos alimentos saludables, los investigadores que han realizado el estudio se refieren a los mencionados males como una "epidemia silenciosa".

    Los hidratos de carbono tienen un determinado índice glucémico, según su velocidad de digestión: los que se digieren más rápidamente tienen un índice alto y suponen unos niveles de glucosa más elevados y un mayor depósito de grasa. Anteriores estudios habían indicado ya que estos alimentos producían una mayor obesidad que los de índice bajo, a igualdad de calorías. (Ver artículo sobre dieta hipoglucémica).



    Pero lo que afirma la investigación que nos ocupa va más allá: los alimentos de índice glucémico elevado podrían estar produciendo daños en el hígado a amplios sectores de la población. Se refieren a estos daños como "hígado graso", que aumentaría el riesgo de enfermedades graves, como diabetes y algunas insuficiencias hepáticas mortales.

    El estudio ha sido realizado por investigadores del Hospital Pediátrico de Boston, en Estados Unidos, y publicado en el último número de Obesity Journal. Se basó en ratones a los que se alimentó con productos de alto índice glucémico (primer grupo) o alimentos normales (segundo grupo). Tras seis meses, el primer grupo desarrolló hígado graso, y el segundo no lo hizo. Además, presentaban el doble de grasa en el cuerpo, sangre e hígado.

    La razón de esto es que los alimentos de alto índice glucémico son absorbidos con más rapidez por el organismo y generan más insulina, que ordena al cuerpo acumular más grasa, aunque se consuma la misma cantidad de calorías. David Ludwig, que dirigió la investigación, llega a referirse a este problema como "epidemia silenciosa", por lo común y desconocido que es.

    Algunos de los productos más habituales con alto índice glucémico son: cereales para el desayuno, pan blanco (no integral), arroz blanco (no integral), harinas refinadas, patatas fritas o en puré y dulces.

    Por el contrario, presentan índice bajo y son, por tanto, más adecuados: cacahuetes, frutas, verduras, cereales integrales de cebada, avena y centeno, leche entera y desnatada, pasta (espaguetis, macarrones, ...) y legumbres.

    Otros alimentos como las patatas hervidas, el pan integral de trigo o la miel tienen un índice moderado.


    Fuente: BBC Ciencia, 2007

    ResponderEliminar