Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Nacional Chung Hsing, de Taiwán, y publicado en "Journal of Agricultural and Food Chemistry", afirma que la capsaicina (sustancia contenida en los pimientos picantes, y responsable de que lo sean) disminuye los lípidos corporales mediante la accion de inhibir la proliferación de células grasas inmaduras, o preadipocitos, y estimula su muerte celular programada (apoptosis).
El impedir que los preadipocitos se desarrollen hasta células grasas adultas puede ser una de las vías más eficaces para prevenir la obesidad. Otros estudios indican que la capsaicina podría tener propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Todas las variedades del pimiento picante, en sus diversas denominaciones son semejantes, aunque pueden diferir notablemente en su concentración de capsaicina.